Himpresiones sobre Gijón

En Gijón hay un hotel Pathos. Pathos. Dolor como estado emocional.

Hay musgo en las paredes de algunos sitios. No de todos.

En el mapa de la ciudad, el mar está arriba, lo cual causa un gran desconcierto a todo el mundo y lo hace pensar en derrames e inundaciones.

En Gijón se oye una sirena atronadora de vez en cuando, y eso recuerda a los ciudadanos su obediencia industrial y náutica.

En la basílica de Gijón hay una bandera del Vaticano y un cura con gabardina dentro del cuarto de contadores.

La playa de Gijón se me antoja apta para surfistas decimonónicos asistidos por bañeros.

Todos en Asturias saben que la sidra es muy traicionera: crees que te va a emborrachar y luego no te emborracha.

Camilo de Ory

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