De pirámides y pirómanos
Teníamos una pirámide en el lugar del pecho.
El juego se trataba de adivinar dónde se nos clavaba la punta.
(R.LL.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario